L@s niñ@s están conectad@s con su ser esencial, es decir, cuando necesitan algo, nos lo hacen saber. Algunas veces con su llanto, otras con un gesto, con una palabra, con un grito, tirando algo al suelo, otras no queriendo separarse de nosotras.
Esto ocurre muchas veces cuando les llevamos a la escuela, con prisa, queriendo aparcar cerca, que entren content@s, nos despidan sonrientes, nos digan que nos vayamos tranquilas que ell@s están bien.
Cuando les llevamos a la escuela, los momentos de ir con ell@s hasta allí, y de recibirles al salir son mágicos, y como tales os animo a cuidar estos momentos.
Al llevarles la serenidad, la calma, el amor, la escucha, el estar con y para ell@s.
Y al ir a recibirles, complacencia, escucha, flexibilidad, calma, estar, un abrazo, un qué te apetece, contarles cómo nos ha ido a nosotras el día sin ell@s y compartir desde el validar lo que nos digan, si se han aburrido, si nos han echado de menos, si les han tratado mal, .... darle la importancia que ell@s le den, dar presencia.
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